Trump amenaza con arancel del 30% a importaciones mexicanas.

Donald Trump, en una carta enviada el sábado a la presidenta Claudia Sheinbaum, anunció su intención de imponer un arancel del 30% a las importaciones de Estados Unidos desde México.1 Argumenta que esta medida se debe a la insuficiente cooperación de México en la crisis de fentanilo en EE. UU. y al déficit comercial bilateral. A diferencia de ocasiones anteriores, Trump no mencionó explícitamente la migración como argumento para esta nueva imposición arancelaria.

Esta nueva tarifa del 30% reemplazaría el "arancel de emergencia" del 25% que actualmente EE. UU. cobra a los productos mexicanos que no cumplen con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), bajo la justificación de afectaciones por políticas mexicanas relacionadas con el narcotráfico, la migración y el déficit comercial.

Trump recalcó en la misiva que el flujo de fentanilo no es el único desafío, señalando que las políticas arancelarias y no arancelarias mexicanas, así como las barreras comerciales, causan déficits comerciales insostenibles que considera una amenaza para la economía y la seguridad nacional de EE. UU. De enero a mayo de 2025, Estados Unidos registró un déficit de 79,442 millones de dólares en su comercio de mercancías con México. Trump también advirtió a Sheinbaum que "si por alguna razón deciden aumentar sus aranceles, entonces, cualquiera que sea el número que elijan para aumentarlos, se añadirá al 30% que cobramos".

Desde Guaymas, Sonora, la presidenta Sheinbaum expresó su confianza en alcanzar un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, basándose en su experiencia previa con situaciones similares.

Según Gabriela Siller, analista de Banco Base, el arancel efectivo promedio que EE. UU. debería estar cobrando a las importaciones mexicanas sería del 14.24% considerando todas las tarifas, incluido este 30% más reciente. Actualmente, solo el 84% de las importaciones mexicanas a EE. UU. no pagan aranceles, en parte debido a retrasos operativos en las aduanas. Siller apunta que, en la práctica, el arancel cobrado ronda el 4.34%, pese a que solo el 47.16% de las importaciones desde México cumplen con las reglas del T-MEC. Productos como acero, aluminio, cobre (50%), autos y algunas autopartes (25%) son algunos de los que ya pagan aranceles.

En respuesta a estas tensiones, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, informó que el viernes 11 de julio una delegación mexicana se reunió con sus contrapartes estadounidenses para instalar una mesa de trabajo permanente binacional donde se abordarán los principales temas de la relación. Ebrard señaló que en esta reunión se les informó que, como parte de un cambio profundo en la política comercial de EE. UU., todos los países recibirían una carta de Trump estableciendo nuevas tarifas a partir del 1 de agosto, lo cual México considera "un trato injusto" y con el que no están de acuerdo.

Por su parte, Goldman Sachs mantiene su pronóstico de crecimiento cero para México, con un sesgo al alza, aunque reconoce que el aumento arancelario tendría impacto. No obstante, el banco de inversión estima que México probablemente continuará colaborando constructivamente en control fronterizo y en la lucha contra los cárteles para preservar el acceso al mercado estadounidense, evitando represalias que generarían un mayor impacto negativo en la economía y la inflación.

La Unión Europea (UE), que también recibió amenazas arancelarias de EE. UU., anunció que suspenderá sus aranceles de represalia contra Estados Unidos para facilitar la búsqueda de un acuerdo y evitar una tasa global del 30%. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, declaró que extenderán la suspensión de sus contramedidas hasta principios de agosto.2 Kaja Kallas, jefa de la diplomacia europea, afirmó que la UE tiene "las herramientas" para defenderse, apuntando a los servicios que EE. UU. exporta.