El presidente de la Comisión de Asuntos de la Frontera Norte, Juan Carlos Loera de la Rosa, alertó sobre la alta peligrosidad del fentanilo, droga que basta en miligramos para poner en riesgo la vida y que cada año provoca un aumento en intoxicaciones accidentales y exposiciones involuntarias, especialmente entre personal de emergencia, policías, paramédicos y bomberos.

Durante la inauguración de la mesa de diálogo “Salud y seguridad pública fronteriza: estrategia preventiva frente a los opioides sintéticos”, Loera de la Rosa destacó la necesidad de impulsar el uso de naloxona, un antídoto que revierte sobredosis sin causar euforia ni dependencia. Actualmente, su clasificación como psicotrópico en la Ley General de la Salud limita su acceso y aplicación oportuna, por lo que se trabaja en una iniciativa para eliminar estas barreras.

El presidente de la Comisión de Salud, José Manuel Cruz Castellanos, subrayó que los opioides sintéticos constituyen un desafío complejo y transversal, que requiere coordinación entre seguridad, salud y prevención social. Por su parte, Jesús Lucía Trasviña Waldenrath, presidenta de la Comisión de Seguridad, alertó que en 2023 se atendieron 430 casos de consumo de fentanilo, frente a los 333 de 2022, confirmando una tendencia alarmante.

Asimismo, legisladoras como Ana Lilia Rivera Rivera y Maki Esther Ortiz Domínguez enfatizaron la dimensión transnacional del problema y su impacto en la frontera, donde confluyen rutas de tránsito, comercio y vulnerabilidad social. Ortiz Domínguez recordó que los opioides desplazaron a la heroína desde 2013 y son responsables del 70% de las muertes por drogas a nivel mundial, con un incremento del 20% en su consumo.

Los legisladores coincidieron en que la estrategia debe ser integral, combinando prevención, educación, apoyo social y medidas de seguridad, con énfasis en el acceso a antídotos como la naloxona para salvar vidas y frenar la expansión de esta crisis de salud pública.