Con más de 30 años de trayectoria, el Equipo de Proyectos Especiales (EPE) se ha consolidado como una de las unidades élite de la Policía Municipal de Chihuahua, especializada en operaciones de alto riesgo como situaciones con civiles armados, toma de rehenes, motines y rescates en los que la vida de ciudadanos o agentes está en peligro.

El policía tercero Alan Chávez Armenta, subjefe de la corporación, explicó que el EPE interviene cuando los elementos de los turnos ordinarios o de otros grupos especiales enfrentan escenarios críticos. Su preparación táctica, equipo especializado —como escudos balísticos, cascos y protección adicional— y su capacidad de reacción inmediata los distinguen.

El grupo ha fortalecido su entrenamiento gracias al Pueblo Táctico del ISSCUU, donde simulan escenarios reales: casas habitación, comercios, gasolineras, farmacias e incluso un edificio tipo Presidencia Municipal. Ahí practican tácticas para robos, tiradores activos y control de multitudes.

Entre sus herramientas destacan el robot Pantera, diseñado por el Tec de Chihuahua para operaciones a distancia en zonas de riesgo, y la unidad blindada Black Mamba, que brinda seguridad en intervenciones y traslados de alto impacto. Además, cuentan con un nuevo pabellón de tiro con fuego real, con estándares comparables a los de la Marina de Estados Unidos.

El EPE fue creado el 25 de julio de 1993 y es considerado el equivalente local del SWAT. Ha intervenido incluso en motines dentro de centros penitenciarios y opera junto al grupo K-9 como parte de las unidades de reacción inmediata.

Más allá de su capacidad táctica, la unidad destaca por su enfoque humano: integra paramédicos y técnicos en urgencias médicas que han salvado numerosas vidas como primeros respondientes. Todo bajo un eje prioritario: respeto absoluto a los derechos humanos en cada intervención.

Desde su origen, el propósito del EPE se mantiene intacto: proteger y servir a las familias de Chihuahua Capital con valor, preparación y profesionalismo.