La Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados aprobó —con el respaldo de Morena y el PVEM— la reforma a la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, que plantea modificar 1,463 fracciones arancelarias aplicadas a países sin acuerdos comerciales con México, especialmente asiáticos.

Durante el trabajo en comisiones, legisladores y funcionarios de Economía incorporaron cambios en dos tercios de la propuesta original de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que resultó en una reducción promedio del 28% en 974 fracciones respecto al arancel inicialmente planteado.

El dictamen explica que de las fracciones sujetas a modificación, 706 corresponden a textiles, 249 a productos de hierro y acero, 94 a autopartes y 81 a plásticos. Además, 316 de ellas no pagan arancel actualmente y el resto cuenta con tarifas vigentes. Se identificó también que 341 fracciones mantienen un arancel del 35% y 302 del 10%.

El presidente de la comisión, Miguel Salim, destacó que el impacto en precios será limitado debido a la baja participación de los productos afectados en el índice inflacionario, la existencia de alternativas nacionales y la posibilidad de redirigir compras hacia países con tratados vigentes.

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas prevé una contención del traspaso de los nuevos aranceles a los precios finales, por lo que no se anticipan presiones inflacionarias significativas.

De las 1,463 fracciones propuestas, 391 quedarán sin cambios. De las mil 72 restantes, 596 representan importaciones menores a 1.5 millones de dólares al año. De las 476 fracciones restantes, 321 tienen más del 50% de su proveeduría en países con tratados de libre comercio.

El sector exportador calificó los ajustes como un “respiro técnico”. Sergio Contreras, presidente del Comce, señaló que el impacto debe analizarse considerando el déficit estructural con Asia, especialmente con China, cuyo desbalance comercial supera los 90 mil millones de dólares. Afirmó que la medida puede fortalecer ingresos y reordenar la competencia.

Gerardo Tajonar, vicepresidente de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de CDMX, consideró el dictamen una corrección técnica que evita presiones inflacionarias, y lo enmarcó en una lectura geopolítica rumbo a la revisión del T-MEC en 2026. Afirmó que México está “cerrando la puerta trasera” a mercancía asiática y que el ajuste implicará costos de transición para las empresas, pero forma parte del reacomodo estratégico en Norteamérica.

Nota de referencia: El Financiero.