Confirmado, asesinato de surfistas en Baja California.

El sitio donde fueron abandonados se encuentra en el sur de Ensenada, Baja California, en un pozo de agua, y algunos elementos que ayudaron en su identificación fueron su vestimenta y algunos tatuajes.

Tras la divulgación del descubrimiento de los cuerpos de los hermanos australianos, Jake y Callum Robinson, así como de su amigo estadounidense Jack Carter Road, en un pozo en Ensenada, Baja California, el Servicio Médico Forense del Poder Judicial de Baja California proporcionó más detalles sobre el incidente.

Después de examinar los cadáveres, se reveló que tres de los cuatro encontrados en el lugar presentaban heridas de bala en la cabeza, lo que presumiblemente les causó la muerte de manera instantánea.

En el informe emitido por el Semefo de Baja California, no se revelaron los nombres, solo se describió la edad aproximada de las víctimas y se indicó que la causa del fallecimiento fue "una herida causada por proyectil disparado por arma de fuego penetrante en el cráneo".

Los restos de los turistas australianos y estadounidense, quienes se habían dirigido al norte de México el fin de semana pasado para practicar surf, estaban en avanzado estado de descomposición cuando fueron descubiertos el sábado pasado, lo que sugiere que habían sido arrojados al lugar aproximadamente cinco días antes.

El sitio donde fueron abandonados se encuentra en el sur de Ensenada, Baja California, en un pozo de agua, y algunos elementos que ayudaron en su identificación fueron su vestimenta y algunos tatuajes.

a Fiscal de Baja California, María Elena Andrade, explicó que según la evidencia recolectada hasta el momento, los jóvenes Robinson y Carter Rhoad acamparon en un área remota y sin señal de comunicación. Durante este tiempo, los agresores intentaron robar partes de su camioneta y, al resistirse, los jóvenes fueron asesinados.

Las autoridades también revelaron que se encontraron pruebas en el lugar del crimen, como varillas de tiendas de campaña, un casquillo de arma, manchas de sangre y rastros de arrastre, lo que generó sospechas de que las víctimas pudieron haber sido agredidas.

La Fiscalía aseguró que, tras recibir la denuncia, ya tenían a posibles sospechosos del delito, por lo que continuaron la investigación en esa línea.

"Horas después de la denuncia, ya estábamos investigando a dos personas y había varias pruebas que indicaban una posible implicación de alguna de ellas en estos hechos; la investigación está en curso y aplicaremos todo el rigor de la ley contra los agresores", subrayó la Fiscal Estatal.

Además, se informó que se mantuvo una comunicación constante con los familiares de las víctimas y con las autoridades de la embajada de México en Australia, y viceversa.

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