Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad del gobierno de Tabasco, se encuentra actualmente prófugo y es señalado como el presunto líder del grupo delictivo "La Barredora". Su caso revela una compleja red de conexiones que, según fuentes consultadas por Excélsior, entrelaza el poder político y económico con presuntos delitos, y que data de más de tres décadas.

Bermúdez Requena forma parte de un círculo compacto de amigos de juventud que incluye a figuras prominentes como Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación, excandidato presidencial y actual senador; Jaime Lastra Bastar, diputado federal por Morena; y Humberto Bermúdez Requena, hermano de Hernán y destacado constructor en Tabasco.

Los cuatro amigos habrían sido amparados políticamente por Manuel Gurría Ordóñez durante su gubernatura en Tabasco (1992-1994). Adán Augusto López Hernández, quien gobernó Tabasco de 2019 a 2021, nombró a Hernán Bermúdez como su secretario de Seguridad Pública, a pesar de que, en 2018, consultores de seguridad le habían advertido que Bermúdez aparecía como "persona de interés" en bases de datos de inteligencia federal, sugiriendo su posible relación con la delincuencia.

Esta advertencia ocurrió cuatro años antes de que el grupo de hackers Guacamaya filtrara documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) que implicaban a Hernán Bermúdez en investigaciones por vínculos con un grupo criminal dedicado al tráfico de migrantes y robo de hidrocarburos. A pesar de esto, Adán Augusto López le dio posesión a Bermúdez en diciembre de 2019.

Hernán Bermúdez se mantuvo en el cargo incluso durante la administración del gobernador interino Carlos Manuel Merino (2021-2024), quien intentó destituirlo ante la información pública sobre sus presuntas actividades delictivas, pero no le fue posible. Bermúdez renunció el 15 de enero de 2024.

Fuentes políticas tabasqueñas indican que "La Barredora" no inició como un gran grupo criminal, sino como una banda pequeña dedicada a actividades como abigeato y robo a casa habitación, que fue creciendo hasta convertirse en un problema serio en Tabasco, dedicándose a extorsiones y secuestros. Se señala que las actividades delictivas de este grupo estuvieron controladas hasta el final del mandato de Adán Augusto López y un poco durante el gobierno de Carlos Manuel Merino.

Durante la administración de Merino, su intento de remover a Bermúdez coincidió con una escalada de asesinatos e incendios en la entidad. Los índices delincuenciales, que se habían mantenido estables hasta 2023, comenzaron a subir exponencialmente.

Aunque se ha especulado sobre vínculos de "La Barredora" con cárteles grandes como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fuentes de Tabasco aseguran que no forman parte de ellos, sino que el CJNG llegó a disputarles la plaza.

Nota referencia: Excelsior.