¡¡Suspensión!! sacude la "Fiesta Brava en Juárez": Tribunal frena corrida a días del festejo.

La tensión entre la tradición taurina y los procesos legales volvió a estallar en la frontera norte. La Plaza de Toros Alberto Balderas, en Ciudad Juárez, se preparaba para cerrar su temporada con un cartel que prometía repetir el éxito del año anterior. Sin embargo, una resolución inesperada modificó el panorama: el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito revocó la autorización del festejo y ordenó suspender temporalmente los espectáculos taurinos, tras un amparo interpuesto por la asociación Institución por la Educación y Defensa Animal.

El ganadero Roberto Viezcas, quien ya había anunciado los toros de Caparica para la corrida, expresó su desconcierto ante el fallo. Recordó que la empresa promotora había trabajado intensamente para sostener la temporada pasada y que este año no había sido distinto. “Es un balde de agua helada”, dijo, al tiempo que manifestó su deseo de que el festejo pueda reprogramarse si no se permite realizarlo este domingo.

La corrida afectada tenía un valor significativo para la afición local, especialmente por la presencia de la ganadería Caparica, que el año previo dejó como saldo once orejas y un rabo, despertando un fuerte respaldo del público. El festejo se perfilaba como un cierre simbólico y comercial para la temporada.

La tauromaquia tiene raíces profundas en México desde la época colonial, cuando ya en 1567 se registraban corridas en la Nueva España. Durante los siglos XIX y XX, estas festividades se integraron al calendario comunitario como parte de ferias, celebraciones religiosas y actividades ganaderas. En Ciudad Juárez, la Plaza Alberto Balderas —inaugurada el 5 de mayo de 1957— ha sido un escenario recurrente, aunque con periodos intermitentes.

La actividad taurina genera empleos, afluencia y derrama económica. Un estudio señala que en 2018 se lidiaron más de 6 mil animales en 2 mil 340 festejos, con alrededor de 4.9 millones de asistentes. Otra estimación habla de 20 mil empleos directos y un público anual de 3.6 millones. Pese a ello, encuestas recientes indican que más del 70% de la población mexicana rechaza las corridas por considerarlas maltrato animal, lo que refleja el contraste entre tradición y cambios sociales.

La suspensión en Ciudad Juárez ilustra la constante revisión jurídica a la que están sujetos estos eventos. La empresa EMSA asegura contar con permisos válidos y defiende la corrida como manifestación cultural. En contraparte, el amparo de la asociación animalista y la resolución del tribunal cuestionan la continuidad de los festejos.

El hecho de que el fallo se emitiera a pocos días del evento abre dudas sobre la certeza jurídica para organizadores y aficionados: ¿de qué sirve anunciar una corrida si una suspensión puede llegar al final de la semana?

La empresa promotora informó que ya presentó alegatos ante el juzgado de distrito para solicitar que no se otorgue la suspensión definitiva. Por su parte, Roberto Viezcas reiteró su esperanza de que, si no puede celebrarse este domingo, la corrida pueda reprogramarse la semana siguiente.

La Plaza Alberto Balderas, inaugurada en 1957, vuelve así al centro del debate entre identidad cultural, economía taurina y el avance de posturas animalistas.

 Nota referencia: Ovaciones.