El presidente Donald Trump ha declarado una "emergencia pública" y ha ordenado el despliegue de aproximadamente 800 tropas de la Guardia Nacional en las calles de la capital. Además, colocó a la policía metropolitana bajo el mando del gobierno federal, justificando estas medidas con datos sobre criminalidad que, según la alcaldesa Muriel Bowser y otros funcionarios, son "distorsionados y, en algunos casos, sencillamente falsos".

Durante una conferencia de prensa, el mandatario afirmó que la tasa de homicidios en Washington es más alta que la de ciudades como Bogotá o la Ciudad de México. El presidente señaló que estas medidas son para "rescatar a nuestra capital nacional del crimen, derramamiento de sangre, caos y miseria". La orden ejecutiva transfiere el control de la policía metropolitana al Departamento de Justicia.

Funcionarios de Washington D.C. han refutado las afirmaciones de Trump, señalando que las tasas de homicidio y robo de autos han caído significativamente en comparación con años anteriores. A pesar de las protestas de cientos de residentes, la Constitución de Estados Unidos permite al gobierno federal tomar control del distrito, un poder que no tiene en ciudades con gobiernos estatales.

El presidente ha mencionado que esta acción podría servir de modelo para intervenir en otras ciudades como Chicago, Los Ángeles y Nueva York en el futuro.

Nota referencia: La Jornada.