Un informe publicado por la revista Vaccine y llevado a cabo por Global Vaccine Data Network (GVDN) ha sugerido que las vacunas contra el covid-19 basadas en la tecnología de ARN mensajero podrían tener efectos neurológicos, cardíacos y sanguíneos adversos.

Este estudio, que analizó a más de 99 millones de personas de entre 20 y 59 años vacunadas en ocho países europeos con las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, reveló que, en general, el riesgo hasta 42 días después de la vacunación era similar al riesgo de fondo para la mayoría de los resultados. Sin embargo, se observaron algunas posibles señales de seguridad.

Se encontró que tanto las vacunas de Pfizer como las de Moderna mostraron un aumento en la probabilidad de desarrollar inflamación cardíaca después de la primera, segunda y tercera dosis. En particular, la vacuna de Moderna se asoció con el desarrollo de pericarditis.

Por otro lado, la vacuna de AstraZeneca se relacionó con un aumento de hasta tres veces en el riesgo de padecer el Síndrome de Guillain-Barré. Según el estudio, hubo un aumento estadísticamente significativo en los casos de este síndrome dentro de los 42 días posteriores a la primera dosis.

Además, la investigación de Global Vaccine Data Network sugiere que la vacuna de AstraZeneca también aumenta el riesgo de trombosis cerebral debido a la formación de coágulos.