La Serie Mundial ha llegado a Los Ángeles con un aire de revancha y justificación financiera. Tras dividir victorias en Toronto, los Dodgers enfrentan los próximos juegos en su estadio con la presión de demostrar que la inversión más colosal de la historia reciente del béisbol vale la pena: el equipo proyecta haber pagado más de 353 millones de dólares en multas por superar el tope salarial (Impuesto de Lujo) desde 2021.

La franquicia angelina, que busca su primer bicampeonato, ha hecho del gasto una filosofía. Su nómina proyectada para 2025 alcanza los $415 millones de dólares, la segunda más alta de la MLB, superando con creces el límite establecido de $241 millones.

Según estimaciones, los Dodgers podrían emitir un cheque a las Grandes Ligas por $167 millones de dólares al final de esta temporada —la multa más alta de su historia y la quinta consecutiva—, rebasando el récord impuesto por ellos mismos en 2024.

El costo acumulado de su ambición es impactante: Desde 2021 hasta el final proyectado de 2025, los Dodgers habrán pagado un total de $353.9 millones de dólares solo en impuestos de lujo. Si logran el campeonato, esta cifra multimillonaria se traducirá en dos títulos (el de 2024 y el de 2025).

A pesar del escepticismo de quienes señalan que este gasto "arruina el béisbol", la gerencia de los Dodgers no se disculpa por su modelo de empresa global y éxito deportivo. La escuadra, que ganó su título divisional número 12 en 13 temporadas, ve en este gasto un precio justo por el legado, un costo que es absorbido por los $752 millones de dólares de ingresos que generaron en 2024.

Con la Serie Mundial en juego, la pregunta es si esta audacia financiera culminará con el alzado del trofeo, validando su visión de que el éxito deportivo es una inversión que siempre merece la pena.

Fuente: Septima entrada