Fentanilo en México.

En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron un aumento del 1,040% en la tasa de mortalidad relacionada con opioides sintéticos entre 2013 y 2019.

Especialistas de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud presentaron un informe sobre el uso y la disponibilidad del fentanilo en México, en colaboración con otras instituciones y organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de comprender mejor este problema.

Durante la presentación, destacaron que el fentanilo es un medicamento importante en entornos clínicos, utilizado como anestésico y analgésico para tratar el dolor severo en diversas condiciones de salud. Sin embargo, han surgido casos relacionados con su uso ilegal que representan riesgos significativos para la salud debido a la forma en que se elabora.

Subrayaron que el consumo de fentanilo fuera del ámbito médico no solo es preocupante debido a su potencial adictivo, sino también por el alto riesgo de sobredosis. Explicaron que, lamentablemente, en el caso del fentanilo ilegal, suele ser difícil determinar si una dosis puede ser fatal, y el riesgo de sobredosis solo se reconoce cuando ya se ha consumido y se produce una intoxicación aguda.

A pesar de las restricciones en la disponibilidad de narcóticos y de los esfuerzos de prevención, el aumento del consumo de opioides en Estados Unidos durante las últimas décadas ha tenido un impacto significativo en la oferta y la demanda en México.

En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron un aumento del 1,040% en la tasa de mortalidad relacionada con opioides sintéticos entre 2013 y 2019.

En México, el informe señala un aumento en los casos de atención por consumo de fentanilo, pasando de 333 en 2022 a 430 en 2023, principalmente concentrados en estados del norte como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Aunque este aumento es localizado, no nacional, la preocupación principal radica en su alta letalidad.

Desde el segundo semestre de 2023, se ha implementado el código U94 en el sistema de salud para monitorear las atenciones relacionadas con la intoxicación por fentanilo, registrándose nueve hospitalizaciones y tres fallecimientos por intoxicación durante ese periodo.

Representantes de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA elogiaron las prácticas de información en México, como el Sistema de Alerta Temprana del Observatorio de Conasama y el programa del Servicio Médico Forense de Baja California para detectar sustancias psicoactivas en los cuerpos.

La Conasama colabora con organizaciones de la sociedad civil como Prevencasa A.C. y Verter A.C., que han documentado la presencia de fentanilo en las sustancias consumidas por las personas a las que brindan servicios. Esta colaboración ha permitido que quienes consumen fentanilo sin saberlo reciban información para identificar su presencia en otras drogas como heroína y metanfetaminas.

Finalmente, se enfatizó la importancia de la información precisa y la investigación para respaldar políticas y programas efectivos de prevención, tratamiento y reducción de daños en relación con el fentanilo.