El ataque ocurrió durante el evento “Hanukkah by the Sea”, al que asistían alrededor de mil personas. De acuerdo con reportes oficiales, padre e hijo dispararon contra la multitud desde un puente peatonal cercano a un parque infantil, provocando pánico entre las familias que disfrutaban del evento.

Testigos relataron que los disparos comenzaron poco antes de las siete de la tarde, cuando había música en vivo y decenas de puestos de comida. En medio del caos, un comerciante local logró desarmar a uno de los atacantes, acción que fue clave para evitar una tragedia mayor, aunque resultó gravemente herido.

La policía de Nueva Gales del Sur confirmó que uno de los agresores murió abatido por las fuerzas de seguridad, mientras que el segundo permanece hospitalizado en estado crítico. En el lugar se localizaron artefactos explosivos improvisados, los cuales fueron neutralizados por unidades especializadas.

Entre las víctimas mortales se encuentran un rabino, una niña de 10 años, un sobreviviente del Holocausto y varios asistentes al evento. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condenó el ataque y aseguró que se trató de “un acto de odio, antisemitismo y terrorismo”, al tiempo que anunció medidas para reforzar la seguridad y revisar la legislación sobre armas.

Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar posibles vínculos y el móvil exacto del atentado.

Nota referencia: La jornada.